114. Emprender mientras se tiene un trabajo y el mito de quemar las naves

En el monográfico de hoy hablaré sobre la gran cuestión de emprender estando trabajando, si es posible, si es o no razonable y sobre todo, trataré el mito de «quemar las naves» y sus consecuencias.

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Muchas personas me preguntan sobre si es posible emprender mientras estás trabajando. Están atrapados en trabajos que no estando mal, no les acaban de enamorar del todo, o están aburridos y quieren ganas de nuevos retos y demás. Pero claro, aquí viene el dilema: emprender mientras trabajas o dejar el trabajo para emprender.

Y aquí pues hay varias corrientes de pensamiento. Así que yo voy a exponer la mía.

¿Cuál es situación ideal para emprender?

Por supuesto, que lo ideal es que tengas todo el tiempo del mundo. Y además dinero o recursos para poder llevarte un buen tiempo para poder sostener tu vida y cruzar el valle de la muerte del emprendedor.

La mentira de quemar las naves

Y hay pensadores que lo que te dicen es que si quieres emprender pues tienes que quemar las naves. Es decir, tomar una decisión que te obligue no volver a atrás. Esto viene de que Hernán Cortés que cuando iban a conquistar México y viendo que estaba la cosa difícil, ordenó quemar sus naves, osea barcos, para dar una lección a los soldados y que entendieran no pudieran escapar y la única forma de sobrevivir fuera ganar la batalla.

La verdad es que la historia es curiosa. Pero sólo hay un problema con esta historia: ES MENTIRA. Me explico, en primer lugar, la verdadera historia es que Cortés no quemó las naves, sólo inutilizar algunos barcos de algunos de los que no se fiaba, y además con el objetivo de “obligarlos a luchar” porque evidentemente bien se podrían haber escapado por tierra en vez de por mar para no ir a la guerra. Sino su objetivo era otro bien distinto, cortas las comunicaciones con España por motivos estratégicos, alzamientos y demás. Nada que ver con forzarlos a luchar.

Pero bueno, esto es simplemente una anécdota histórica que no me resistía a rebatir. Pero es que le veo similitud entre este mito histórico y el tópico que ha generado.

Porque la realidad es que el mito de que para tener éxito emprendiendo hay que dejarlo todo y centrarte desde el minuto 0 en tu “gran sueño”, es eso, sólo un mito.

¿Entonces no tenemos que quemar las naves?

Diversos estudios han demostrado que la gran mayoría de emprendedores que consiguen éxito, son personas ya más maduras profesionalmente, con experiencia, que han aprendido y ven una oportunidad del mercado, la testean y luego se lanzan.

De hecho, muchos proyectos exitosos se crean dentro del seno de empresas, en los cuales algunos empleados dedican una pequeña parte de su tiempo a intraemprender creando proyectos nuevos.

Depende situación personal. La mayoría de personas llegado a cierto punto tiene obligaciones: hipoteca o alquiler, gastos, familia, etc.

Los problemas de emprender desde posición precaria

Emprender desde una posición de alto riesgo o incluso necesidad de alguno de los fundadores:

  • Hace que se tomen por lo general muy malas decisiones empresariales a nivel estratégico, normalmente cortoplacistas.
  • Mete muchísimo stress en el equipo fundadores, que puede saltar por los aires en cualquier momento.
  • Limita mucho la capacidad de inversión de los fundadores. Hay que recordar que la mayoría de empresas empiezan por bootstrapping, es decir, con el dinero de los fundadores. Muchas se dicen que son “startups de tarjeta de crédito”, ósea que sus fondos salen de la tarjeta de crédito de los fundadores. Y evidentemente, si los fundadores no tienen dinero o el poco que tienen no pueden usarlo porque están sobreviviendo con sus ahorros, van a tener muy complicado poner el dinero en su empresa.

Además a todo esto se le une otra triste realidad. La mayoría de las startups fracasan. Es decir, el valle de la muerte va a durar probablemente más de lo que esperabas, e incluso cambiar de modelo de negocio, osea pivotar, más de lo que esperabas. Así que si estás muy al límite de recursos te vas a resistir mucho pivotar. E incluso abandonas justo cuando estabas a una pivotación de tener éxito.

Pero es que hay más. La mayoría de los proyectos que van bien, no son de la noche un pelotazo extraordinario. Es decir, que aunque crecen y demás, no suelen dar beneficios suficientes como para generar sueldos como para que puedan mantenerte hasta pasado bastante tiempo, sobre todo si tienes cargas familiares y demás. Pensad que a menudo hay que reinvertir y todo esto.

Eso sí, buscar inversión cuando no estás al 100% de dedicación es muy complicado, no imposible pero muy complicado. Pero claro, siempre puedes condicionar a la inversión para dar el salto y ponerte a tiempo completo. Esto es muy habitual que te lo exijan los inversores para entrar en tu empresa.

Conclusiones

  • Mi consejo es meter un dedo en el agua antes de tirarnos a la piscina
  • Aprender a emprender: Lean Startup
  • Cuando esté validado entonces dar el salto
  • Buscar modelos que no exijan al menos inicialmente el 100% de dedicación

MENSAJE FINAL: Mi mensaje final es que no dejéis que os desanimen diciendo que emprender es todo o nada. He visto a muchos “casi-emprendedores” que han soñado toda su vida con emprender y simplemente no lo han hecho, porque ahora no es el momento de dejar mi trabajo y demás. Os aseguro que he visto muchísimos casos que se han lanzado a emprender sin dejar sus trabajos y que luego, tras dar con algo realmente con buena pinta que empieza a generar ingresos, incluso beneficios suficientes para pagarte, si no lo que cobraban algo con lo que podrían mantenerse y entonces es cuando han dado el salto, y han triunfado. Así que no os coman la moral, ponte ya a emprender y ánimo emprendedores.


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Nos escuchamos mañana, ya lo sabes, a las 7 en punto!!!

¡Ánimo emprendedores!

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